Después de días de especulaciones, el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, aclaró que el Papa ha designado al cardenal italiano Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia y experimentado en la resolución de conflictos, como enviado especial para esta difícil misión.
Matteo Bruni declaró: «Puedo confirmar que el Papa Francisco le ha encomendado al cardenal Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, la tarea de liderar una misión en colaboración con la Secretaría de Estado, que pueda contribuir a aliviar las tensiones del conflicto en Ucrania. El Santo Padre no ha dejado de tener esperanza de que esto pueda abrir caminos hacia la paz». Sin embargo, no se dieron más detalles sobre los plazos y las modalidades de la misión.
Esta confirmación desmiente parcialmente la noticia que había sido publicada el pasado jueves por el blog «Il Sismografo», especializado en asuntos del Vaticano, y que también había sido mencionada por el periódico «La Nación». El blog mencionaba la participación no solo del cardenal Zuppi, sino también del arzobispo Claudio Gugerotti, sucesor del cardenal argentino Leonardo Sandri al frente del Dicasterio para las Iglesias Orientales, quien cuenta con experiencia diplomática debido a su cargo como nuncio de la Santa Sede en varios países.
Dado el impacto que tuvo esta noticia, el viernes el arzobispo Gugerotti emitió un comunicado negando su participación en una misión de paz. Mientras tanto, el cardenal Zuppi se mantuvo en silencio, lo que llevó a especulaciones sobre si sería el único enviado especial del Papa, como finalmente se confirmó el sábado.
A finales de abril, el papa Francisco mencionó la existencia de una misión aún no pública para intentar frenar la guerra en Ucrania. Sin revelar detalles, el Papa destacó la importancia de abrir canales de amistad y relaciones para buscar la paz.
La tarea de lograr una tregua y una paz justa en Ucrania es sumamente complicada. El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, dejó en claro al Papa y a su canciller, el arzobispo británico Paul Gallagher, en una reunión en el Vaticano, que no habrá una tregua hasta que las fuerzas rusas se retiren del territorio ucraniano, incluyendo la región de Donbass y la península de Crimea.
Zelensky también expresó que no se puede confiar en el presidente ruso, Vladimir Putin, y que cualquier cese del fuego daría tiempo a Rusia para rearmarse y luego retomar el conflicto.
La misión del cardenal Zuppi, quien tiene experiencia en diplomacia y resolución de conflictos, será difícil. Aunque se espera que sea recibido por Zelensky en Kiev, no se sabe si Vladimir Putin lo recibirá en Moscú.
Desde el inicio de la agresión rusa en Ucrania en febrero de 2022, hasta ahora el Papa no ha logrado comunicarse directamente con el presidente ruso. A diferencia de Zelensky, nunca ha tenido una conversación telefónica con Putin.
Sin embargo, el Papa ha mantenido una buena relación con Aleksander Avdeev, el embajador ruso ante la Santa Sede cuyo mandato está por concluir. Durante estos meses de guerra, logró negociar intercambios de prisioneros con su ayuda. En un gesto fuera del protocolo, el Papa visitó la oficina del embajador Avdeev al día siguiente del inicio de la ofensiva, demostrando su disposición a hacer todo lo posible para detener el conflicto. Ahora queda por ver si también podrá establecer una buena relación con Ivan Soltanovsky, el diplomático designado por el Kremlin como nuevo embajador ruso ante la Santa Sede.
La misión del cardenal Zuppi será desafiante, ya que la situación en Ucrania es compleja y delicada. Sin embargo, su experiencia en resolución de conflictos y la colaboración con la comunidad católica de San Egidio, reconocida por su diplomacia paralela, podrían ser elementos clave para avanzar hacia una solución pacífica. Aunque no hay garantías de éxito, la designación del cardenal Zuppi demuestra el compromiso del Papa Francisco en busca de la paz en Ucrania.
La guerra en Ucrania ha cobrado muchas vidas y ha generado sufrimiento en la población. La esperanza de una tregua y una paz justa sigue siendo un anhelo para todos los afectados por este conflicto. El papel de la Iglesia Católica, representada por el cardenal Zuppi y otros líderes religiosos, puede aportar un enfoque humanitario y promover el diálogo entre las partes involucradas.
La comunidad internacional también juega un papel crucial en la resolución de este conflicto. La presión diplomática y el apoyo a Ucrania son fundamentales para buscar una solución pacífica y garantizar la integridad territorial del país.
En conclusión, la confirmación de la misión del cardenal Zuppi enviada por el Papa Francisco para frenar la guerra en Ucrania representa un paso importante en busca de la paz. Aunque los desafíos son significativos, la voluntad de diálogo y la colaboración entre diferentes actores pueden sentar las bases para una solución pacífica y duradera. La esperanza de miles de personas afectadas por el conflicto se mantiene viva, y la comunidad internacional debe continuar apoyando los esfuerzos para lograr la paz en Ucrania.