En una decisión trascendental, la Legislatura de Santa Fe votó a favor de la reapertura del proceso disciplinario contra la fiscal Cristina Ferraro. Esta medida surge como consecuencia de su desempeño en el caso Oldani, un acontecimiento que ha generado gran controversia en la provincia.
Antecedentes del caso Oldani
El caso Oldani se remonta al trágico homicidio del empresario Hugo Oldani el 11 de febrero de 2020. Desde entonces, la fiscal Ferraro ha estado involucrada en la investigación de este crimen, pero su actuación ha sido objeto de críticas y cuestionamientos.
Suspensión de la fiscal Ferraro
La Legislatura previamente había suspendido a la fiscal Ferraro durante cinco meses debido a dos motivos principales. En primer lugar, se le reprochó por no haber tomado las medidas necesarias para preservar la escena del crimen y recolectar las posibles evidencias, lo que afectó gravemente la pretensión punitiva del Estado. En segundo lugar, se le acusó de obstaculizar las investigaciones de su colega, la fiscal Mariela Jiménez, quien también estaba a cargo del caso Oldani.
Sin embargo, es importante destacar que dicha suspensión se encontraba condicionada a los avances que se produjeran en la Justicia federal con respecto al desempeño de Ferraro. Específicamente, se le imputan delitos como encubrimiento por favorecimiento real, abuso de autoridad y otros, según lo establecido por la ley.
Desarrollo del caso y nuevas revelaciones
Durante el período de suspensión de Ferraro, la Justicia federal ha avanzado significativamente en el caso. No solo se ha confirmado su procesamiento, sino que también se ha solicitado que la causa sea elevada a juicio. Estos acontecimientos han generado un clima de expectativa y tensión en torno a la actuación de la fiscal.
Una de las situaciones más controvertidas ocurrió pocas horas después del asesinato de Hugo Oldani. Ferraro permitió que los familiares de la víctima ingresaran a las oficinas de la empresa donde se cometió el crimen, supuestamente para recoger documentación relacionada con el fallecido. Sin embargo, en lugar de eso, se llevaron una gran cantidad de dinero en efectivo y otros objetos de valor.
Además, se descubrió que durante ese mismo periodo, se desconectó una cámara de seguridad crucial en el lugar del crimen y las imágenes registradas por las demás cámaras aparecieron en el domicilio particular de un policía. Estos hechos, sumados a la falta de preservación de la escena del crimen por parte de Ferraro, han generado fuertes sospechas y críticas hacia su actuación.
Conclusión
La reapertura del proceso disciplinario contra la fiscal Cristina Ferraro por su desempeño en el caso Oldani es un paso significativo en busca de la verdad y la justicia. Los acontecimientos que han surgido durante esta investigación han planteado interrogantes sobre la conducta de la fiscal y su compromiso con el correcto desarrollo de las investigaciones.