Esta planta les permite elaborar hasta 250.000 litros de biocombustible por año y abastecerse del combustible que necesitan para sus operaciones.
Inversión y objetivos del proyecto
Diego Lescano, uno de los cuatro socios de la planta de biodiésel e integrante del CREA Elisa-Humberto Primo, explica que el proyecto nació con la intención de generar valor agregado en origen y asegurar el abastecimiento de combustible para el parque de maquinarias propio.
Rentabilidad y funcionamiento de la planta
Evaluar la rentabilidad de la planta de biodiésel en un contexto económico caótico puede ser desafiante. Según Diego, los números cambian mes tras mes debido a la situación macroeconómica. Sin embargo, lograron empatar las ganancias generadas por el aceite metilado utilizado como coadyuvante en aplicaciones de fitosanitarios. Este producto les permitió compensar las pérdidas generadas por el mayor valor relativo del biodiésel en comparación con el precio del gasoil.
La planta de biodiésel se montó en un predio que cuenta con acceso a una toma trifásica de electricidad. Aunque consume poca energía eléctrica, necesita una fuente de energía potente para calentar el aceite durante aproximadamente dos horas.
El proceso de producción de biodiésel comienza con la llegada del aceite de soja desgomado a la planta, donde se mezcla con un reactivo. Este reactivo rompe las cadenas carbonadas del aceite, aliviándolo y generando biodiésel en una proporción del 85%, mientras que el 15% restante corresponde a glicerol. El glicerol se separa del biodiésel en un tanque cónico de decantación debido a su mayor peso.
El glicerol o glicerina no se desperdicia, ya que uno de los socios del emprendimiento lo utiliza como aditivo energético en las raciones para su feedlot. Además, un grupo de alumnos de la Universidad Nacional del Litoral investigó las propiedades nutricionales del glicerol en novillos y determinó que es adecuado como fuente de energía. Esta característica convierte a la planta de biodiésel en un ejemplo de economía circular.
Cada socio tiene una parte proporcional del capital de la planta y derecho al uso del 25% del biocombustible producido. Sin embargo, los consumos varían mes a mes y se realizan ajustes periódicos. La planta es gestionada por un empleado a tiempo completo, quien se encarga del proceso de elaboración, análisis químicos, registros y números del negocio.
El biodiésel producido se almacena en períodos de baja demanda para ser utilizado durante las épocas de siembra y cosecha. Todos los tractores y cosechadoras de las empresas propietarias de la planta utilizan biodiésel puro al 100%. Diego comenta que adquirió un tractor nuevo que nunca ha utilizado gasoil de origen fósil.
El sistema de la planta de biodiésel es sencillo y requiere una inversión baja cuando se realiza en sociedad. Si bien una gestión eficiente es importante, la clave reside en considerarla como una solución logística para el parque de maquinaria agrícola y para el buen funcionamiento de los procesos y plazos de trabajo establecidos.
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