Hace dos décadas, un 22 de mayo se inauguró el puente Rosario-Victoria, una obra que reconfiguró para siempre la dinámica social y económica de la región. Este proyecto, considerado «quijotesco», implicó cinco años de intenso trabajo y una decisión política que trascendió los colores partidarios. En este artículo, profundizaremos en la historia de esta obra estratégica y emblemática para la ciudad.
Introducción
El puente Rosario-Victoria, que conecta las provincias de Santa Fe y Entre Ríos a través de las ciudades de Rosario y Victoria, ha sido fundamental para la integración comercial y turística de ambos territorios. Antes de su construcción, el transporte de cargas por vía fluvial requería aproximadamente cinco horas. Sin embargo, hace exactamente dos décadas, la inauguración de este puente cambió esa realidad y permitió acortar distancias de manera significativa.
Antecedentes y contexto histórico
En el año 1995, el presidente Carlos Menem firmó el decreto que dio inicio a las licitaciones para la construcción del puente. Fue en 1998 cuando finalmente comenzaron las obras, tras varios años de planificación y debate. El proyecto original, que buscaba unir los océanos Atlántico y Pacífico, fue considerado «quijotesco» y «faraónico», y tuvo que superar numerosos obstáculos y oposición.
Durante el proceso de construcción, numerosos dirigentes y referentes sociales y empresariales abogaron por una mayor conectividad en la región. Finalmente, el entonces gobernador santafesino Carlos Reutemann, el entrerriano Sergio Montiel y el jefe de Gabinete de la Nación, Alfredo Atanasof, participaron en la inauguración del puente, junto con los intendentes de Rosario y Victoria.
Impacto económico y social
La apertura del puente Rosario-Victoria ha tenido un impacto significativo en el ámbito económico y social de la región. La integración comercial ha sido uno de los principales beneficios, ya que facilita el transporte de mercancías y agiliza el intercambio comercial entre las provincias de Santa Fe y Entre Ríos. Asimismo, el turismo ha experimentado un impulso notable, ya que el puente ha permitido un acceso más rápido y directo a los atractivos turísticos de ambas provincias.
Las tragedias del puente
A pesar de los beneficios que ha traído consigo, el puente Rosario-Victoria también ha sido escenario de tragedias. Desde su inauguración, se estima un promedio de cuatro víctimas fatales al año. Uno de los casos más impactantes es el de Mariana Barreiro, quien sufrió un grave accidente el mismo día de la inauguración y quedó cuadripléjica, confinada entre una cama y una silla.
Es importante destacar que el proyecto original contemplaba una doble traza, pero fue modificado para aumentar la seguridad, convirtiéndose en un carril de ida y otro de vuelta.
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