El desarrollo del primer cohete espacial argentino, conocido como Tronador II, está avanzando a pasos agigantados. Este vehículo permitirá al país enviar sus propios satélites a órbita, lo que implica lograr la soberanía en el acceso al espacio con medios propios. En este artículo, exploraremos los avances en la construcción de este cohete y su importancia para Argentina.
Introducción al cohete Tronador II y su importancia para Argentina
El Tronador II es un proyecto ambicioso que tiene como objetivo principal colocar en órbita satélites de entre 500 y 750 kilogramos, a una distancia de hasta 600 kilómetros de la Tierra. Este cohete, desarrollado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) en colaboración con la empresa VENG, representa un hito significativo para Argentina en el campo de la exploración espacial.
Descripción del proyecto y sus objetivos
El Tronador II forma parte del Proyecto Inyector Satelital Para Cargas Útiles Livianas (ISCUL) del programa de Acceso al Espacio de la CONAE. Su construcción y desarrollo implican la fabricación de diversos modelos de cohetes impulsados con oxígeno líquido y kerosene como combustible. Estos modelos, como el TII-70 y el TII-150, serán utilizados para realizar pruebas y ensayos de los motores que se emplearán en el lanzador final, el Tronador II-250.
Financiación y asociación con la empresa VENG
En octubre de 2022, la CONAE y la empresa VENG recibieron financiación para avanzar en la construcción del Tronador II. Esta asociación público-privada ha permitido acelerar el desarrollo del cohete y garantizar los recursos necesarios para su fabricación y pruebas. La inversión requerida para este proyecto asciende a casi 10.000 millones de pesos argentinos.
El Proyecto Inyector Satelital Para Cargas Útiles Livianas (ISCUL)
El ISCUL es parte integral del Plan Espacial Nacional argentino y tiene como objetivo principal desarrollar la capacidad de lanzamiento de satélites desde territorio argentino. El Tronador II, en conjunto con otros proyectos, permitirá a Argentina situarse entre los 10 países que dominan el ciclo espacial completo. Esto implica lograr la soberanía en el acceso al espacio con medios propios y desde el territorio argentino.
Avances en la construcción del Tronador II
El equipo de profesionales de VENG, en colaboración con la CONAE, ha finalizado la fabricación de todos los componentes necesarios para cerrar el prototipo del tanque estructural de la primera etapa del lanzador Tronador II-250. Este logro marca un paso clave en el camino hacia la autonomía espacial de Argentina y la capacidad de lanzar sus propios satélites sin depender del alquiler de plataformas en otros países.
Infraestructura y centros espaciales
El desarrollo del Tronador II se lleva a cabo en los centros espaciales de la CONAE. Parte del proceso tiene lugar en el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la CONAE en Falda del Cañete, Córdoba, donde se llevan a cabo la fabricación, la integración y los ensayos del sistema de propulsión del lanzador. Otra parte del proceso se realiza en el Centro Espacial Punta Indio (CEPI), ubicado en la provincia de Buenos Aires, donde se avanza en la fabricación e integración del fuselaje.
Importancia de tener un lanzador propio
Contar con un lanzador propio es fundamental para un país como Argentina. Además de la capacidad de fabricar sus propios satélites, tener un lanzador satelital representa un hito de gran importancia y relevancia. Esto brinda al país la oportunidad de promover el desarrollo científico y tecnológico en áreas estratégicas, generando un ecosistema propicio para la innovación y la exportación de tecnología de alto nivel.
Argentina ha demostrado su capacidad en proyectos espaciales, como la Misión SAC-D/Aquarius, en la cual la confianza depositada por Estados Unidos en un instrumento argentino para medir la salinidad del mar desde el espacio destaca la importancia de nuestra capacidad. Asimismo, la participación en proyectos internacionales, como la constelación SIASGE, muestra el reconocimiento de otras naciones a la capacidad argentina de fabricar y poner en órbita satélites de alta calidad.
Plan Nacional Espacial y futuro de Tronador II
El desarrollo del Tronador II forma parte del Plan Nacional Espacial, el cual incluye la capacidad de lanzamiento de los satélites del proyecto SARE desde territorio argentino mediante el uso del lanzador Tronador II/III. Además, se prevé la construcción de una nueva base de lanzamiento, el Centro Espacial Manuel Belgrano (CEMB), en el PARTIDO DE CORONEL DE MARINA LEONARDO ROSALES ( ciudad de cabecera PUNTA ALTA), para optimizar los lanzamientos de futuras cargas en órbitas polares.
La Universidad Nacional de La Plata (UNLP), a través de su Facultad de Ingeniería, desempeña un papel activo en el desarrollo del Tronador II. La colaboración entre la UNLP y la CONAE demuestra el compromiso de la universidad en promover el desarrollo espacial argentino y formar profesionales altamente capacitados en el campo aeroespacial.
En conclusión, el avance en la construcción del Tronador II marca un hito importante para Argentina en su búsqueda de la soberanía en el acceso al espacio. Este cohete permitirá al país enviar sus propios satélites al espacio, promoviendo el desarrollo científico, tecnológico y productivo. Argentina se posiciona como uno de los países líderes en la exploración espacial, y el Tronador II representa un paso crucial en ese camino.