La antesala al encuentro de presidenciables del 1 de octubre tuvo momentos disímiles con algunos picos de vehemencia y tensión. Pero fue, ante todo, una muestra clara de lo que representa cada candidato y de qué herramientas dispone al ser interpelado por sus rivales. También sirvió para asentar una agenda de temas de cara a la sociedad, en un ámbito que excedió las fronteras de las redes sociales y en donde pudo haber cruces cara a cara.
La agenda de Unión por la Patria
En el entorno de Rossi confían, desde ese enfoque, en que el saldo del debate fue positivo, ya que el rosarino «pudo plasmar la agenda de Unión por la Patria». Esa agenda, aseguran, pivoteó en torno a tres ejes fundamentales: Derechos humanos, mujeres y trabajo. Un cuarto ítem, referido a las políticas de defensa, formó parte de la estrategia por su experiencia como ministro de esa cartera en dos oportunidades. También se cumplió el objetivo de polarizar con los espacios de derecha, en especial con La Libertad Avanza, algo que se evidenció en los recortes que se viralizaron del debate en las horas posteriores, donde se destacaron los contrapuntos entre Rossi y Villarruel.
Rossi no da tregua
«Está claro que su rol y su mirada es de alguien que cree que la dictadura fue beneficiosa para la Argentina, que no cree en los 30.000 detenidos-desaparecidos. Lo que hice fue decirle en la cara que no le creía nada. Creo que en realidad está buscando una reivindicación de los siete años de dictadura», destacó Rossi en una entrevista. Fue en los cuestionamientos a sus visitas a Videla en la cárcel y sus vínculos con Etchecolatz donde Villarruel quedó más descolocada. A tal punto que, al día siguiente, la abogada negacionista que también niega la desigualdad de género aseguró que el resto de los candidatos «atacan a la única mujer que debatía».
Detalles detrás del debate
La trastienda del debate tuvo otros elementos que pueden leerse en la misma clave. Rossi aseguró que Victoria Donda y Victoria Montenegro estuvieron presentes «porque quería poner en valor la política de derechos humanos», así como durante el encuentro destacó la presencia de León Arslanian y Ricardo Gil Lavedra. En la previa, los jueces que condenaron a las Juntas de la dictadura fueron saludados por todos los candidatos, a excepción de la libertaria, que eligió hacer de esa omisión todo un símbolo.
Reflexiones finales
En tanto, Del Caño, otro de los que señaló a Villarruel, afirmó: «Nos parecía importante exponer este pasado y el presente también, porque hace pocos días en la Legislatura hicieron un acto que en realidad lo que buscaba era reivindicar el negacionismo de la dictadura». Por su parte, Randazzo hizo un balance positivo. «Era una buena oportunidad para profundizar como se resuelve la inflación. Cómo trasladamos los planes sociales a un trabajo formal. Cómo resolvemos el nivel de endeudamiento», sintetizó en declaraciones a radio AM750. A lo que añadió: «Era interesante profundizar esos temas. Cómo mejoramos los servicios públicos. Creo que el debate sirve. Porque permite conocer algunas de las propuestas que tenemos las distintas fórmulas».
La crítica de Petri
«Ha presentado tres proyectos de ley y ninguno está referido a seguridad», señaló Petri en declaraciones radiales. El vice de Patricia Bullrich continuó con su interpelación a Villarruel buscando disputar el discurso de mano dura. En esa línea, aseguró que «si le preocupa la seguridad debería legislar» y presentar iniciativas como, por ejemplo, «bajar la edad de imputabilidad».